viernes, 3 de septiembre de 2010

Macabro

Tengo la sensación persistente de que la persona que me "atrapó" hace unos años lo hizo con el consentimiento de mi madre, que en su voragine de destruccion y estancamiento no encontró nada mejor que atarme a un hombre "de mi calaña", que era de "su calaña", en realidad. Estos seres tóxicos se complacen en utilizar a otros como extras de sus propios dramas, representaciones del pasado que siguen reviviendo cada vez, como un disco rayado, igual.

Para eso necesitan tener débiles a quienes le sirven y un modo que les reporta especiales beneficios es el ataque energetico, romper el cuerpo eterico para que el otro "desangre" y de este modo la puedan ellos tragar, o bien volver mas "nutritivo" el medio. De modo parecido funcionan los "comedores de orgasmos" femeninos: la energia sale al medio y el comedor la absorbe. El orgasmo masculino, tiene dirección en linea recta; inocula a la mujer que se llena de la energia emocional del que la inoculó: comparten karma.

Por eso, cuidate mujer de enredarte con un hombre de vibracion inferior, te va a contaminar. Te puede llenar tambien, ya que el sexo no es solo asunto de frecuencia, sino también de intensidad. Si estas vacía, desvitalizada, un hombre intenso te puede llenar, pero luego, cuando te interese la frecuencia, ya puedes estar atada.

El puede quedar tranquilo y dormir como un bebé, ya se deshizo de la mala vibra o emoción, que ahora cargas tu. Te vas volviendo pesada y a la larga te puedes enfermar.

La mujer que la energía entrega es más difusa, como un rocío, más suave, por eso afecta menos al hombre, o de un modo más sutil.

Tambien puede ser que un hombre o mujer muy fuertes sean inmunes a estas bajas de frecuencia y las absorban, en ese caso no necesitaran ayuda.

Si alguien quiere subir su frecuencia de veras no puede vampirear al próximo porque la energia robada esta desvitalizada y "no es su tipo", por tanto lo
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que ocurre es que casi toda se dispersa, se degrada, y la poca que se traga apenas la digiere el cuerpo, es sólo el "baño de sangre" del otro, que se vuelve cada vez más débil, lo que da una sensación de poder, que es falsa.

Me siento como una ilusa creyendo que va a cambiar. Siento que todo me dice que lo deberia echar.

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